¿Qué aspectos deberíamos tener en cuenta?
- Tipo de interés: Lo ideal es que el precio que cobra la entidad por conceder el préstamo sea lo más bajo posible. Para ello, en primer lugar habrá que decidir si es una hipoteca a tipo variable, a tipo fijo o una hipoteca mixta la que mejor se ajusta a nuestras condiciones económicas. En el momento actual, con un mercado en plena guerra por ofrecer la hipoteca variable con el tipo de interés más bajo, podríamos decir que una hipoteca con un interés superior al 2% no sería recomendable.
- Comisiones: Mejor sin ellas, de manera que podamos evitar costes extras en relación a la concesión de la hipoteca. Además, si podemos hacernos con una hipoteca que no establezca cláusulas suelo, mucho mejor. De esa forma podremos beneficiarnos de la variabilidad del tipo de interés en el caso de las hipotecas variables.
- Vinculación: Es importante que analicemos los productos y valorar si realmente nos compensan y suponen un ahorro.
- Tasa de esfuerzo: Lo ideal es que no supere el 30% de los ingresos netos, pero desde luego, en ningún caso el 40%.
- Negociación: Podemos y debemos negociar, mientras las condiciones no queden registradas en la oferta vinculante.
